Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con una maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en la gran https://nikolasdmfy681180.blogoscience.com/45105028/el-cabezazo-de-zidane-una-de-las-mayores-polémicas-del-fútbol